Generalmente se menciona sobre efervescencia social, cuando se quiere resaltar un conflicto y lucha social. Muy poco lo relacionamos con la política y de la economía ni qué decir. En el caso peruano, la segunda semana de mayo se ha mencionado sobre una Crisis Política.
Es importante precisar que el común de la gente y los diversos sectores económicos, no somos estúpidos. Todos hemos observado que no había ninguna salida ni justificación, para que los dos ministros se queden en el cargo. Unido a lo anterior, hizo muy bien el primer ministro en poner a disposición su cargo también, demostrando al parecer que ya no juega un papel protagónico. Es real. En la presente coyuntura, el propósito de nombrar nuevos personajes no cambiará sustancialmente las cosas. Probablemente, tratarán de llegar al mes de julio, para pensar luego en la renovación completa del gabinete.
¿Y la efervescencia social y económica? ¿Hay crisis social? Es posible advertir en algunos casos, una transmutación de valores y formas de comportamiento que nos indicaría que lo social sufre una enfermedad endémica.
No podemos separar la estructura económica, de la situación coyuntural política. Como sabemos, hay una relación de causa y efecto. Es como cuando estudiamos la relación econométrica de dos variables y una prueba de hipótesis conjunta, nos demuestra que existe relación de causa y efecto entre las variables. De igual manera, a pesar de nuestras optimistas tasas de crecimiento del producto bruto interno, hay variables del mercado que no responden de igual forma para los sectores de muy buenos ingresos y para los que sobreviven con exiguos ingresos. En definitiva, es como tener una heterogénea varianza de comportamiento.
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