La prensa, radio, televisión y en las redes
sociales lo llaman de ladrón. El ex presidente Toledo robó a los peruanos. Se
siente vergüenza hasta de nombrarlo. Mientras la gente trabajadora sobrevivía
con un salario mínimo y otros estaban en situación de pobreza. Es acusado de
recibir sobornos hasta 20 millones de dólares para adjudicar las obras de la
Interoceánica sur y norte a la compañía brasileña Odebrecht. Hasta ahora se han
podido rastrear hasta 11 millones de dólares depositadas en cuentas de empresas
offshore en Suiza, Londres y Panamá. Ayer viernes 3 de febrero 2017, allanaron
la casa de Toledo en Lima incautando más documentos. Se formalizará la orden de
captura internacional.
¿Cuánto cosas más habrá hecho? La población
en general tendrá un concepto más preciso de este personaje y de otros que solo
asumen posiciones políticas en busca de sus intereses personales.
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